Entre agua y fuego: el drop que nació de mi propio movimiento interno.

A veces los drops o colecciones no empiezan en la tela, ni en un boceto, ni en nada romántizado.

Empiezan en nosotras. En un momento de la vida en el que todo se está moviendo —por dentro, por fuera, en lo tangible y en lo invisible.

Este drop nació así.

En medio de una transición personal ( el final de mi retorno de Saturno) empecé a pensar mucho en dos elementos que parecían estar chocando dentro de mí: el agua y el fuego.

Por un lado, mis emociones: profundas, cambiantes, introspectivas — agua.

Por otro, mi impulso de avanzar, de crear con fuerza en lo que creo — fuego.

Y me di cuenta de algo: casi nunca nos enseñan a vivir ambos al mismo tiempo. O eres fuerte o eres sensible. O te mueves o te detienes a sentir. Como si una cosa anulara la otra.
Pero no, a veces podemos ser ambas. Ser cambio y contención. Ser impulso y pausa. Ser agua y fuego.

Desde ese lugar nació FLOW.

El agua, representada en los tonos azules, nos recuerda la importancia de fluir con lo que sentimos. No resistir.

De sanar desde la suavidad, de reflejarnos en nosotras mismas, como en un espejo líquido.

Y el fuego, con sus naranjas y tonos ladrillo, nos conecta con esa energía vital que también necesitamos: el deseo de avanzar, de CREAR, de MOVERNOS con pasión, de no pedir permiso para SER.

Esta colección fue un pequeño ritual de integración para mí.

Una manera de recordarme —y tal vez recordarte a ti también— que podemos ser cíclicas y poderosas al mismo tiempo.

Cada prenda de FLOW tiene esa intención.

Fue pensado con calma, con cariño, con detalles que tal vez no se notan a simple vista, pero se sienten cuando la llevas puesta.

No tenía prisa por sacarlo.
Porque justo eso es FLOW: permitirnos llegar a nuestro propio ritmo.

Gracias por estar aquí.
Por formar parte de esto, aunque sea desde el otro lado de la pantalla.

Viridiana
Fundadora de Margo